viernes, 29 de julio de 2011

Tres son multitud

Dos de tres. Natalia Gómez del Pozuelo. Editorial Gens. 200 páginas. 19 €.

Tres son multitud. Por eso siempre que existe algún trío, sólo sobreviven a él dos de tres. Esto le ocurre a Mai Cosini, una escritora de cierto éxito, cuando su amiga Claudia muere a causa de una larga enfermedad. Tras la trágica noticia, Mai se encierra en su casa y no sale durante mucho tiempo, por lo que pierde la noción de la vida exterior. El aislamiento de la escritora viene motivado por el sentimiento de culpabilidad que tiene con Claudia, a la que ha engañado durante sus últimos meses de vida.

Su amiga le deja un legado: una larga carta de despedida y una novela póstuma, con el deseo de que ella consiga que ésta se publique. Mai leerá la carta y descubrirá con sorpresa cosas que no sabía de Claudia. Esta carta le hará comprender que nada es como parece, algo que estamos cansados de escuchar, pero que nunca estamos dispuestos a certificar del todo.

Durante toda la novela Mai tendrá encuentros con Tomás, el novio de Claudia; Julián, un antiguo amigo de la facultad con el que irá a ver a un hospital psiquiátrico a una vieja amiga, y Alba, la hija de Claudia, que descubrirá a Mai otros secretos. Curiosamente, el personaje que a priori tendrá menor peso en la trama, María Luisa, la enferma del psiquiátrico, será quien al final haga comprender a Mai –y a buena parte de los demás- la importancia de sanar las heridas para seguir estando vivos.

Natalia Gómez del Pozuelo crea un personaje que se oculta en su caparazón de mujer dura, pero que está llena de inseguridades y de miedos. Con la lectura de la carta de Claudia se dará cuenta de que, posiblemente, fue egoísta en su trato con ella y sus relatos, fruto de su vanidad y su engreimiento. Pero también la relación que mantiene con Alba desde una prudencial distancia nos muestra su lado más dulce y amable.

La trama se sucede en tres partes: la propia rutina de Mai tras la muerte de su amiga, con el encierro y la vuelta a la vida, la carta de Claudia, que se intercala con la historia, y la transcripción de la novela de Claudia, al final. Esta obra, La niña de los cuentos, que no es otra cosa que la vida e infancia de la propia Mai, dará un vuelco a la existencia de la escritora y a su pasado, con el que se reconciliará gracias a su amiga ya póstuma.

Las relaciones, basadas muchas veces por Mai en números, se suceden durante toda la obra, en la que teje una red muy compleja para, finalmente, darse cuenta de que no está sola y que la vida ha de seguir su cauce. La autora juega bien con los personajes e hilvana un sistema de relaciones que determina la visión que ella, en ojos de Mai Cosini, parece querer dejar en este juego.

Dos de tres es una novela que habla de la culpabilidad, de las relaciones humanas, el amor, la envidia, los celos, la amistad y la ausencia.

Publicado en Culturamas

martes, 26 de julio de 2011

Delicada melodía meiji

La bailarina. Ôgai Mori. Editorial Impedimenta. 80 páginas. 9’95 €.

Japón posee una delicadeza especial. Su literatura, o al menos aquella en la que al escribir estas líneas he tenido la posibilidad de inmiscuirme, es decir Natsume Sõseki y ahora Ôgai Mori, es un claro ejemplo de ella. Siempre he pensado que al ser el amor uno de los temas más recurrentes en cualquier literatura existente, es por consiguiente el sentimiento que más veces se ve mal reflejado en las palabras de los autores.

He de reconocer que el autor japonés me ha sorprendido por completo. Y no sólo por hablar de amor y hacerlo de una manera real y bella por igual, sino porque el amor va acompañado siempre de la renuncia, la culpabilidad, la angustia en determinadas situaciones, y él lo sabe y así lo refleja en su obra. Por si fuera poco lo hace en ese género entre la novela y el cuento, que considero a la vez el más complejo y bello.

Toyotarõ es un estudiante japonés que, por circunstancias de la vida –u oportunidades como se llaman a veces-, aterriza en Berlín para aprender Ciencias Políticas mientras se busca la vida de alguna manera. Su vida es como la de casi todos en la capital gélida de Alemania. Sin embargo algo cambiará cuando una noche mientras vuelve paseando desde el Tiergarten, atravesando las calles congeladas de Unter den Linden, se encuentra fortuitamente con una joven bailarina que llora en un oscuro callejón.

El chico supera su cobardía inicial para acercarse a la muchacha. A partir de entonces comenzará una relación compleja y de gran belleza que atrapará a los dos jóvenes y los alejará de su cotidianeidad mientras la ciudad sigue con su fría existencia. Ôgai Mori escribe un encuentro que es todo un homenaje al detalle, el embrujo de la sutilidad. Ese pequeño cambio que todos esperamos que tenga lugar en nuestra vida para que todo se voltee y algo cambie por completo. Ese momento hechizante que no ocurriría jamás si el chico hubiese vuelto a casa cinco minutos más tarde o por cualquier otra calle. El aleteo de la mariposa como motor de cambio.

La relación del chico con Elise lo llevará a tener que elegir entre quedarse para siempre en Berlín o volver a su patria y mantener el conocido sentido del honor japonés en su nombre. Las circunstancias van llegando a sus vidas y tanto Toyotarõ como Elise tendrán que actuar de la forma que consideren más correcta, asumiendo los aciertos como los errores para el resto de sus días.

El escritor japonés nos ofrece un cuento de una delicadeza inusual, que condensa en poco más de setenta pequeñas páginas todos los estadios del amor: el propio cariño, el enamoramiento, la atracción, la culpa, el abandono, la ausencia. La bailarina se convierte de esta manera en un relato increíblemente sencillo sobre la complejidad de los sentimientos. Una auténtica joya de la literatura meiji, digna de regalarle a alguien querido.

Publicado en Culturamas

domingo, 10 de julio de 2011

Distrito 1303 Harlem

Do not cross the line. Carlos Andrade. Editorial Casa de Cartón. 364 páginas. 20 €.

Nueva York es un filón para los autores. En el debut de la editorial Casa de Cartón en España, Carlos Andrade nos sitúa en los años convulsos de finales de los 80 en el barrio no menos conflictivo de Harlem. En el distrito 1303 los vecinos se han acostumbrado a las zapatillas que cuelgan de los cables o los árboles, que marcan el inicio de la zona de pandillas.

En plena guerra entre las maras, que dejan regueros de sangre y muerte en el asfalto, se abre paso la miseria. En medio de esta vorágine aniquiladora, Andy Frank, planea el cierre de Biotech, los laboratorios que acaba de comprar. Su cierre supondría un golpe casi definitivo al barrio harlemita, ya que todas las familias que aún mantienen el empleo, se quedarían en la calle.

Frank se ve sometido a numerosas presiones para que abandone su plan de cerrar la empresa. La prensa de la comunidad negra, con la perspicaz y tozuda Serena Sánchez a la cabeza, clama la ayuda del multimillonario Sydney Sandoz, un conocido filántropo que parece ser el único que puede evitar que se consume la acción, mediante la fusión de Biotech con sus laboratorios Biomedical Tissues. Andy Frank vive atormentado por tres costados: la presión que ejercen para que no cierre los laboratorios, su difícil relación con Mela y el recuerdo de la misteriosa y turbia Angelina Klein, su ex mujer, que tendrá varias apariciones sorprendentes en la historia.

Durante toda la trama se alternará la guerra empresarial con la lucha entre las maras. El tira y afloja de las empresas pondrá el punto de tensión en la historia, mientras que las maras son las encargadas de teñir la atmósfera y la tinta del color carmesí de la sangre. La tensión será casi uno más de los personajes.

Precisamente en la dosificación de la tensión narrativa y en los personajes, con perfiles trazados de manera muy eficaz, radica el punto más exitoso de esta obra. Ninguno de los personajes, tanto protagonistas como personajes de segundo nivel, están fuera de órbita, y su elaboración es tan velada que las diversas líneas argumentales tienen un jugo similar, sin sobresalir ninguna.

Completan el reparto –hablando en términos teatrales- dos mujeres de armas tomar, pero diferentes cada una a su manera. Una es la lenguaraz periodista latinoamericana Serena Sánchez, con un carácter fuerte que la lleva siempre hasta el final de lo que se proponga. La otra es la joven cantante Mela, que roza los dieciocho, es despampanante y vive enamorada de Andy Frank y cuidando a su madre Clarice enferma, lo que la trae disgustos y algún quebradero de cabeza, pese a que su temperamento se sobreponga a su inocencia juvenil.

Su padre Siboney Simón, antiguo músico, icono de la comunidad negra y amigo íntimo de Frank, hace que las páginas de Do not cross the line desprendan por momentos olor a jazz. Por último, no se puede hablar del libro sin hablar del policía Jack La Motta, más conocido por Ray –gracias a sus gafas-, un policía que, cansado de su nuevo puesto en las oficinas, comenzará a investigar por su cuenta con la ayuda de las pistas que le proporcionará Serena, voluntariamente o no.

Las líneas de indagación de cada personaje nos harán llegar a un final imprevisible y nos revelarán las oscuras conexiones que tienen lugar entre autoridades, empresas y bandas callejeras. En el distrito 1303 cualquier vida tiene precio, pero ¿cuál es el de cada una? Esta novela es un buen inicio para Casa de Cartón, que comienza su andadura en un terreno complicado, pero no imposible.

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lunes, 4 de julio de 2011

El futuro en tus manos


Lágrimas en la lluvia. Rosa Montero. Seix Barral. 480 páginas. 20 €.
“Todos esos momentos se perderán en el tiempo, igual que lágrimas en la lluvia...Es hora de morir".
Blade Runner

Rosa Montero nos transporta de manera brillante en su última creación a un futuro algo desalentador. Año 2109, Madrid, Estados Unidos de la Tierra. Los robots están a la orden del día y han dejado de ser una mera quimera como lo fueron tiempo atrás. En las calles conviven, no sin ciertos problemas, los humanos con una nueva especie de androides, los llamados tecnohumanos o reps, nombre escogido de una película que adquirió cierta fama en el siglo XX.

En este Madrid cambiante y futurista, la escritora nos presenta a Bruna Husky, una tecnohumana de humor cambiante y reacción impulsiva; agresiva y solitaria tras la muerte de su pareja dos años atrás. Ella es un antiguo replicante de combate, que ahora trabaja como detective. Bruna será contratada para investigar una oleada de muertes tecnohumanas que asola la ciudad, detrás de la que parecen mover los hilos algunos grupos supremacistas humanos y una supuesta partida de memorias ilegales de contrabando.

Rosa Montero dibuja una sociedad caótica, en la que, entre otros adelantos, existe el cobro por el aire y los robots facilitan la vida a los sintientes, ya que no se puede hablar sólo de seres humanos. El mundo como lo imaginamos hoy es cosa del pasado: algunas especies –como el oso polar- han desaparecido, la vida humana en otros planetas existe… En mitad de todo esto Bruna entrará en contacto con el MRR (Movimiento Radical Replicante) y eso le llevará a tener encuentros con personajes peligrosos de toda procedencia.

La autora consigue alternar, con bastante brillantez, la investigación de Bruna con la edición de artículos que Yiannis Liberopoulos, un humano asolado por la pérdida de su hijo, realiza como archivero central. Yiannis es el único amigo que tiene Bruna, aunque después llegará RoyRoy, una mujer anuncio, que se unirá a los dos. Los artículos que edita Yiannis sirven al lector para comprobar cómo ha sido la evolución de la sociedad desde la actualidad hasta el año 2109, además de la mano invisible que modifica los artículos en beneficio, se cree, de una revuelta anti-tecno.

Bruna Husky vive contando los días que le quedan hasta el principio de su fin. Cuatro años, tres meses y veintinueve días, se dice mentalmente al despertar el primer día. Esto ocurre porque la existencia de los tecnohumanos es breve. Nacen con veinticinco años humanos, con un pasado ficticio implantado en su memoria, y a los treinta y cinco –o diez años tecno- les sobreviene el TTT (Tumor Total Tecno), una enfermedad degenerativa de la que ninguno puede salvarse. De este modo, la detective se despierta cada día recitando los que le quedan hasta la llegada del TTT, y con el recuerdo de Merlín, su pareja, fallecido hace dos años por la llegada de la enfermedad.

Rosa Montero utiliza una novela futurista para hablar del presente, de la vida y de la muerte, del amor, la ausencia y la soledad, sentimientos muy humanos, que hacen sentir a Husky un poco más vulnerable, junto a la presencia de dos hombres, el memorista Pablo Nopal y el policía Paul Lizard. La escritora nos lega los miedos y las inquietudes ante la muerte, la enfermedad y ante la imprevisibilidad de un futuro que sólo conocemos cuando se convierte en presente.

Lágrimas en la lluvia supone la creación total de un mundo y la traslación de las sociedades actuales al futuro, sin demasiados cambios. Todo lo que ocurre en los Estados Unidos de la Tierra guarda cierta semejanza con lo que ha ocurrido a lo largo de la Historia. La limpieza étnica contra los tecnohumanos recuerda al genocidio judío, la Segunda Guerra Fría entre Labari y la República Democrática del Cosmos tiene tintes similares a la Primera que enfrentó a Estados Unidos y la URSS. Tal vez sea por eso de que la historia es cíclica. No llegaremos a ver lo que ocurre en 2109, pero sí podrán leer entonces esta obra los que habiten el mundo y comparar si de verdad la vida es cómo la escribió Rosa Montero en 2011.

Publicado en Otro Lunes