miércoles, 20 de marzo de 2013

Poética de Auster

Poesía completa. Paul Auster. Seix Barral. Traducción y prólogo de Jordi Doce. 318 páginas. 

A menudo he escuchado la afirmación, contundente, de que a un escritor se le termina de conocer por su poesía. No estoy de acuerdo con esa tesis, para nada, sin embargo, en este caso sí podría resultar válida. Asegura Auster, sin ningún ápice de duda, que su poesía es lo mejor que ha escrito nunca y que todavía siente mucho apego por ella. 

Y es normal que sea así. En la poesía del autor neoyorquino encontramos lo que podría ser el germen de su narrativa. En verso, el escritor aborda los mismos temas que desfilan por novelas como La música del azar, Brooklyn Follies o Invisible, entre otras. Y no son otros que el azar y la importancia que tiene a la hora de cambiar una vida, el yo y como su presencia modifica todo lo que hay a su alrededor, las barreras que imponemos –o nos impone- la realidad, o la mismísima derrota, más lírica esta vez que nunca. 

Nada sería igual si la edición de la obra no fuese como es. Presentada en edición bilingüe, traducida y prologada, de manera magnífica, por Jordi Doce, la obra nos ayuda a comprender mejor al autor en su conjunto: sus obsesiones, su pasión, lo que su ciudad significa para él… En definitiva, Poesía completa supone el marco perfecto para encuadrar la obra narrativa de Paul Auster y comprenderla en su totalidad. 

Desde los nueve hasta los treinta años, el niño pasó a ser hombre, pero nunca abandonó la escritura de poemas. Hasta que sintió que no podía más, en ese campo estaba todo dicho. Fue algo así como un agotamiento del terreno, que ya no podía dar más frutos. Entonces comenzó a escribir sus novelas, de las que hasta ese momento sólo había conseguido escribir páginas sueltas; nunca concluir un libro. 

Ahora, Seix Barral recupera toda su poesía en este fantástico volumen, que concentra sus ocho poemarios junto a una especie de poética del autor titulada Notas de un cuaderno de ejercicios, fechado en 1967.

Publicado en Punto de Encuentro

lunes, 4 de marzo de 2013

La revelación del amor

Casi amor. Ugo Cornia. Editorial Periférica. Traducción de Francisco de Julio Carrobles. 176 páginas. 16,50 €. 

Se podría decir que el amor es el tema universal. Al final, en cada historia, hay siempre un hueco para el amor. En la novela de Ugo Cornia, en cambio, no es sólo un resquicio, si no que se trata de la totalidad de la narración. 

El narrador, también llamado Ugo, nos desgrana poco a poco sus amores adolescentes, o lo que es más bien su primer amor. Una relación que se compone de episodios cortos, pero intensos, que marcan para siempre la existencia de un joven que se deja sorprender por la vida en cada esquina. 

Para contarnos esta historia, Cornia se sirve de una voz ausente en apariencia de maldad, rencor o resentimiento. Siempre desde la perspectiva del momento en el que ocurren las cosas, Ugo nos conduce por su historial amoroso con una delicadeza y una pausa que parecen casi irreales. Por momentos, la voz narrativa recuerda a otro de los grandes escritores italianos: Erri de Luca, que en su última novela Los peces no cierran los ojos, trata también el tema del amor juvenil. 

Lejos de una visión universal y magnificada del amor –y del desamor- que ocupa la totalidad de las páginas, el autor nos ofrece una mirada intimista sobre los pensamientos, decepciones y alegrías que le supone al protagonista la relación intermitente que mantiene con ella. 

La narrativa de Cornia es franca, pese a las grandes dosis de inocencia que parece tener el narrador; su literatura dice la verdad sin adornos, expresa los sentimientos con un poso de amargura que, poco a poco, como si se tratase de una revelación pausada, pasa a derrochar alegría y vitalidad en cada palabra.

Casi amor es una de esas novelas en las que podemos decir que no pasa nada, pero en las que de principio a fin, transcurre la vida, sin más. Una obra muy reflexiva que relata la vida de un joven que va descubriendo los azarosos planes del amor, que se desengaña, que descubre la sexualidad, que no deja de pensar en el siguiente encuentro y que, finalmente, se resigna a pensar que todo termina y que la historia volverá a repetirse con otro nombre y otro rostro en cualquier momento.

Publicado en Punto de Encuentro