Lennon. David Foenkinos. Alfaguara, 2014. 200 páginas.
“Se ve al Beatle, al militante político, al loco por Yoko, pero con usted no hay nada de eso. Es lo que me atrajo. Y además, el lado práctico: podré venir a verlo en pantuflas. Creerán que bajo la basura, pero vendré a vaciar mi propia basura.”
Pongan estas palabras en boca de John Lennon, siéntenlo en el diván, delante de su psicoanalista, y tendrán el perfecto resumen de lo que es la última novela de David Foenkinos. El escritor francés disecciona la vida del artista en una novela arriesgada en la que sitúa al Beatle bajo la mirada de un psicoanalista que no aparece salvo en las palabras de Lennon. Nunca habla, nunca corta el discurso del personaje, sólo está ahí, o al menos creemos en eso porque el propio John le interpela constantemente.
Con una primera persona muy particular, la estrella mundial narra episodios de su vida que van desde la primera adolescencia, e incluso la (no) tierna infancia, hasta meses antes de su asesinato. El Beatle cuenta aquellos capítulos conocidos por (casi) todos: sus peleas con los otros miembros del grupo, sus supuestas rivalidades con los Rolling, su relación con Yoko Ono; pero Foenkinos también da una visión (suponemos que ficticia a raíz de su documentación) acerca de la persona más desconocida, ese Lennon introvertido que se quita las gafas cuando sale de casa porque no está de moda, el que crece con el estigma del abandono familiar, o el que se sorprende en su primer encuentro con Elvis Presley. También se deja entrever entre sus discursos y los pensamientos propios del personaje a un tipo engreído y que se cree dueño de The Beatles, que a veces actúa como un impostor y en otras se deja embriagar por la violencia hooligan como él mismo la denomina en un pasaje de la narración: “Sólo me digo que mi energía pacifista es el fruto de mi violencia”.
La novela se divide en las dieciocho sesiones que John Lennon precisa para contarle al psicoanalista todo su mundo interior; sin embargo, a la hora de la verdad, la narración tiene una clara división marcada por la irrupción de Yoko Ono en la vida del personaje. Curiosamente, a partir de este giro, gracias al cual el personaje se muestra más extrovertido y libre, la novela pierde casi toda la fuerza que había tenido en la primera parte. Las disputas entre John y Paul, los viajes, los encuentros con otros grupos y, en definitiva, la vida más propia de los Beatles como conjunto, pierden entidad en favor de la vida conyugal y los vaivenes de la relación con Yoko. Entonces la obra se vuelve un poco más tediosa: “Con Yoko estaba completo al fin. Me sentía consumado. […] Yoko es yo”.
Tras esta afirmación el personaje parece desdibujado, absorbido por una fuerza mayor que es incapaz de controlar. Lo que vino después no hace falta mencionarlo. La separación del grupo, la visceralidad, los odios generados en torno a “la amante” y, con posterioridad, el asesinato de John Lennon y su completa mitificación también tienen lugar en las páginas de Lennon. David Foenkinos culmina su obra con un epílogo en el que, en presente, como si estuviese ocurriendo ahora mismo, narra el asesinato a sangre fría de la estrella a manos del admirador Mark David Chapman. La historia de los Beatles, contada desde el punto de vista del que se consideró su líder, termina ante unos ojos que, como los de Lennon, se cierran al compás de la última página del libro.
Publicado en Punto de Encuentro