sábado, 15 de octubre de 2011

La lírica de la ruptura


El final del amor. Marcos Giralt Torrente. Editorial Páginas de Espuma. 168 páginas. 15 €.

Todo tiene su fin, que decía Medina Azahara. Y muchas veces el momento justo en el que algo termina no es el más difícil. A veces ese camino hacia el final es realmente lo más tortuoso y lo más dañino. Ese es el camino que transita Giralt Torrente en los cuatro relatos que nos brinda en esta obra editada por Páginas de Espuma.

Muchas veces en el dolor que sentimos está el aprendizaje más útil de nuestra vida. Es como si fuésemos máquinas diseñadas para extraer lo positivo de aquello que nos debilitase y nos hiciera más pequeños y vulnerables para fortalecernos de cara al futuro.

El final del amor ahonda en cuatro relaciones muy distintas, cada una en su estadio de irresolución, cada una en un mundo distinto, como prueba de la diferencia existente entre los humanos, pese a su aparente similitud.

En el primer relato, Nos rodeaban palmeras, el autor nos sitúa en un entorno exótico, entre dos parejas, en un viaje de placer. Los lugareños se muestran algo amenazantes ante la presencia de éstos, sobre todo el jefe del poblado. Mientras tanto, una de las parejas se empeñan en hacer lo que les plazca, la pareja protagonista se enfrenta a un distanciamiento cada vez mayor que se opone a lo que en un principio buscaban con ese viaje: reencontrarse. Las diferentes visiones nos van llevando frenéticamente a un desenlace y a la vez un desencuentro que intuíamos desde la primera frase y que se cierra con una frase desoladora: Mucho más tarde, en la cama, quise abrazarla, pero se zafó.

Cautivos es el segundo relato y el de más tensión. Posiblemente sea el más duro y el más difícil de olvidar, por ser a la vez el menos usual. Un escritor asiste a la casa de una pareja de antiguos amigos que conoció en Nueva York. En aquella época, la pareja ya parecía vivir una relación un poco extraña en la que cada uno de los amantes vivía un poco distante de la propia relación. Sin embargo, años después, lo que encontrará en esa casa a la que llegará la pareja tras la huida de lo inevitable, será aterrador y dolorosamente tenso.

El tercer cuento de Giralt Torrente, Joanna, describe un amor juvenil prolongado en el tiempo. La desolación de los jóvenes cuando saben que no se verán nunca más o que si lo hacen será de manera fugaz y fugitiva. Joanna es un relato marcado por la violencia que no desprende ni un mal gesto. Un amor de verano. Una serie de encuentros que ninguno de los dos olvidará. Una promesa a diez años vista. Y muchos años después de todo, un locutor de radio que ya ha formado una familia, al que le llega una historia a través de la que recuerda a Joanna, una mujer que creció marcada por la cicatriz.

Por último, el escritor regresa a lo más cotidiano con Última gota fría, un relato sobre matrimonios que se rompen y nunca se niegan el amor. Contradictorias relaciones que sólo parecen funcionar cuando no hay convivencia, cuando no existe tanta obligación. Dos personas que no viven juntas, ya no son matrimonio, pero se quieren más que al principio; y un hijo que fantasea con la idea de que sus padres vuelvan a vivir juntos y así, el nuevo novio de su madre se vaya por fin y vuelva su padre a casa. Como en todos los relatos, un terrible suceso determinará o acelerará el fin de la relación, anticipará el final del amor, aunque en este caso queda el otro amor irrealizable por exceso. Pronto el chico comprenderá que tal vez su deseo no sea lo más adecuado y tendrá que elegir si intentarlo.

Marcos Giralt Torrente ha escrito un pequeño tratado imprescindible sobre el amargo sentimiento que nos aborda cuando algo que hemos querido mucho se rompe. Querer es difícil, pero mucho más difícil es dejar de hacerlo. El autor lo sabe y, lo que aún es más complejo, sabe escribirlo y hacernos partícipes de las sensaciones de sus personajes de una manera asombrosa y con una sencillez que asusta. El final del amor constituye una pequeña obra sobre el amor, que a su vez sobrepasa el amor y todo lo que su fin conlleva. Sin duda, una obra muy recomendable, que obtuvo el Premio Internacional de Narrativa Breve Ribera del Duero con total merecimiento.

Publicado en La Huella Digital

1 comentario:

  1. Tiene muy buena pinta, me ha recordado a una frase que he escuchado esta mañana en la tele, creo que era de Benavente, pero no estoy seguro. Decía: "El amor es como una caja de cerrillas, cuando la compras sabes que se acabará en algún momento, pero siempre se vacía cuando menos te lo esperas".

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