miércoles, 13 de junio de 2012

Crónica negra de un crimen

Betibú. Claudia Piñeiro. Alfaguara. 354 páginas. 18’50 €. 

Pedro Chazarreta amanece degollado una mañana de un lunes cualquiera en el elitista country La Maravillosa, en el que reside. Todos los indicios son los de un suicidio: el cadáver aparece con un cuchillo ensangrentado en su mano y una botella de whisky vacía a los pies del sillón. 

Sólo han pasado dos años desde que Gloria Echague, su mujer, apareciese muerta en similares circunstancias. Desde entonces la sospecha sobre él nunca ha terminado de disuadirse. Ahora muchos se toman su muerte como un ajuste de cuentas, incluso, como un derroche de justicia poética. 

Un poco más lejos, en Buenos Aires, la redacción de El Tribuno se despereza como si de un día normal se tratase, pero pronto la noticia volteará la situación. El nuevo redactor de la sección de Policiales recibe la noticia vía Twitter y trata de confirmarla. Junto a él se desplazarán al lugar del crimen, el antiguo jefe de Policiales, Jaime Brena, desplazado ahora a la sección de Sociedad, y la escritora de novela negra retirada, Nurit Iscar, conocida como Betibú por su parecido físico. 

No obstante, pronto veremos que el asesinato de Chazarreta no es casual, como se esperaba, pero que, además, esconde algo más que una simple venganza a su mujer. Una serie de sucesos prenderán la mecha y pondrán a investigar, casi a tiempo completo, al trío de ases que Claudia Piñeiro coloca en La Maravillosa. 

El argumento puede inducirnos a pensar que se trata de una novela negra, y a lo largo de la historia tiene muchas trazas de ella. Pero, además, en Betibú se entremezclan muchas más cosas. Las relaciones de amistad de Nurit Iscar con sus amigas, las complicadas tensiones entre la propia Nurit y Lorenzo Rinaldi, el director de El Tribuno y antigua pareja de la escritora; la banalización del crimen que vive la sociedad actual y, por encima de todo, el periodismo y los cambios en el paradigma de la profesión, introducidos por los avances tecnológicos, las redes sociales y todas las tecnologías de las que disponen los periodistas en la actualidad. 

Betibú es una perfecta radiografía de contraste entre el periodista veterano, representado por Jaime Brena, partidario de metodologías más tradicionales, culto y con amplia gama de lecturas a su espalda, y el recién licenciado que empieza a introducirse en el mundo periodístico, en este caso el pibe de Policiales, sin experiencia ni calle, que ha nacido con la tecnología y que sólo se nutre de herramientas como Google, YouTube o Twitter para localizar fuentes e informaciones. Un mapa de situación que nos permite ver perfectamente las coordenadas en las que se encuentra la profesión informativa en nuestro tiempo. 

Aderezan la receta unos secundarios más que interesantes. Gandolfini, Luis Collazo, Emilio Casabets o un gran personaje femenino como Karina Vives, encargada de la sección de Libros, que descorrerá la cortina que tapa un secreto capaz de asestar un duro golpe a Betibú. 

Claudia Piñeiro despliega una historia atrayente, en la que cobran protagonismo unos personajes ácidos a los que acompañamos y junto a los que vamos resolviendo el misterio, mientras somos testigos de la ironía sobre la situación política y la sociedad que se desliza entre las líneas de la obra. Una novela vertiginosa que sitúa a Claudia Piñeiro, todavía más, como una de las grandes voces narrativas de Argentina.

Publicado en Punto de Encuentro

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