Col recalentada. Irvine Welsh. Anagrama. 288 páginas. 17’90 €.
Julio Cortázar hablaba a menudo de la estrecha relación de los autores con sus ciudades. En algunos escritores, este vínculo es más ceñido y sus obras desprenden el olor y el sabor de la tierra en la que han sido concebidas. Es el caso del escocés Irvine Welsh, que, desde que irrumpió en el panorama literario con su famosísima Trainspotting, ha creado un estilo tan propio como sucio, eternamente vinculado con Edimburgo.
Col recalentada responde a la sugerencia de Robin Robertson, que, según cuenta el propio Welsh en sus agradecimientos previos a la obra, fue la persona que incitó al autor a enviar esta recopilación a la imprenta.
La obra se constituye de ocho relatos breves, publicados casi todos en la década de los noventa, salvo el último, Miami soy yo, que se podría encuadrar más bien en el género de la novela corta. Los temas y el estilo son los clásicos en Welsh salvo, precisamente, en este último relato, en el que escribe desde la perspectiva atípica de un profesor que no se adapta a su nueva vida en Miami, donde se ha mudado con la familia de su hijo tras la muerte de su mujer. Allí se reencuentra con su pasado, en forma de dos viejos alumnos de su instituto en Escocia, convertidos ahora en estrellas de la música. El pasado empezará a desfilar por la retina del viejo profesor que verá como todo ha cambiado desde que él aún residía en su país.
Los cuentos de Welsh son un retrato de esa “otra Edimburgo”, la de las drogas en abundancia, los pubs, el fútbol, el sexo desenfrenado y la violencia. En definitiva: lo que se ha instituido como el sello inconfundible e indecoroso de Irvine Welsh. Su estilo propio y macarra, cargado de expresiones soeces y bastante influido por alguna variante del realismo sucio, se pasea por los enclaves más revisitados a lo largo de toda su obra.
Aparecen en estos cuentos muchos personajes de otras historias de Welsh. De esta forma, podremos ver a Begbie (Trainspotting) en una cena familiar de Navidad o a otros de los personajes del escritor escocés –véase Juice Terry Lawson, por ejemplo- deambulando, peleando o bebiendo como si no hubiese mañana en los pubs de Leith, en los alrededores de St. Giles o en la New Town.
El humor negro y el sarcasmo del escocés son la tónica de esta recopilación. Memorable la historia en la que un hombre antepone el derbi de Edimburgo (Hearts vs. Hibs) a la salud de su mujer, que acaba de sufrir un escabroso e inverosímil accidente. E igualmente disparatado el relato en el que un trasnochado San Pedro obligará a cumplir una indiscreta penitencia sexual a un joven para que expíe todos sus pecados.
Col recalentada es un conjunto de historias de cerveza y éxtasis, de sexo y violencia, que no dejarán indiferente a nadie. Un libro imprescindible para los amantes del autor y una perfecta llave para aquellos que quieran aventurarse por primera vez a su mundo. Eso sí, que nadie se sorprenda de encontrarse a unos alienígenas adictos al tabaco que pretenden dominar Escocia o un par de amigos que se pelean por una chica y que solucionan sus diferencias –cómo no- con unas cuantas pintas y unas pastillas. Sí, la narrativa de Welsh es una verdadera locura.
Publicado en Culturamas
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